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De Ruta: Tailandia VII

Pese a que tenía más de la mitad de la entrada escrita en el móvil
(lo hice en tierras tailandesas) no ha sido hasta hoy cuando me he
puesto a terminarla. Sí, ya sé que no estoy allí pero entre unas cosas y
otras al final se me pasó la oportunidad de terminarla y subirla en
Tailandia y al ser el último capítulo la procrastinación ha hecho su
efecto. Respetaré el tono de las otras entradas y sólo voy a subir fotos que hice con el móvil. Continuamos…

Phetchaburi


La
ciudad de Phetchaburi resultó ser un oasis de tranquilidad con varios
lugares interesantes para visitar. Al salir de mi habitación pedí a los
dueños una de las bicicletas que ceden a los huéspedes, hoy tocaba hacer
un poco de turismo y deporte. Pese a ser nueva no era gran cosa y cada x
tiempo tenía que parar para apretar una de las tuercas que hacían que
el pedal izquierdo no cayera sobre el asfalto. Mi primera parada fue una
moderna cafetería donde me tomé unos huevos revueltos y un zumo de
naranja por cuatro duros. Con las pilas cargadas ya pude pedalear hasta
Tham Khao Luang, una cueva bastante grande repleta de budas. Para llegar
hasta la cueva había que realizar una subida por una calle que estaba
cortada. Me obligaron a aparcar la bici y continuar el trayecto a pie o
pagar un songteaow. Como no sabía si el trayecto iba a ser largo y el
precio era ridículo me monté en las traseras del pick up. Pronto otros
cinco turistas llenaron los huecos. El trayecto fue muy corto, si te
quieres ahorrar los 0.5€ puedes hacerlo a pie perfectamente.

Una
vez arriba vimos a varios monetes rondando por la zona. Anduve hacia
unas escaleras ascendentes que pronto empezaban a bajar hasta la
abertura de una gran cueva. La afluencia de gente era bastante grande
(en su mayoría religiosos) para las estrechas escaleras, pero una vez
dentro de la cueva el espacio era lo suficientemente grande como para
poder visitar el lugar con tranquilidad.

La primera impresión
nada más entrar a la cueva fue el intenso olor a incienso y una preciosa
estampa de los rayos del sol iluminando la sala principal. Sin duda la
visita merece la pena. La cueva es grande y aunque el mayor reclamo es
un gran Buda, por toda la cueva puedes encontrar diferentes figuras de
buda de todos los tamaños y gente haciendo ofrendas y rezando. Algunas
de las partes son incluso un poco tétricas con muy poca luz y
estatuillas en huecos recónditos. Salí al exterior para observar a un
mono bebiendo una botella de refresco que probablemente había robado a
algún turista.

 

Sala central de la cueva

Buda reclinado y barbudo con coleta
Rezando en la cueva
Más cueva
Monete bebiendo su botín

 

Me monté de nuevo en un pick up para llegar hasta mi bici
y pedalear al siguiente destino: Tham Khao Banda-It, otra cueva al
oeste de la ciudad. Para llegar hasta allí tuve que recorrer
los 4km hasta el centro para luego desviarme un par más hacia el oeste.
Paré justo antes de llegar en un monasterio abandonado, candé la bici y
di una vuelta. Me llamó mucho la atención que la mayoría de los coches
al pasar por la zona hacían sonar su claxon. Al pie de las escaleras
para subir al monsaterio abandonado había un gran grupo de monetes a su
rollo, me echaron una mirada y siguieron a lo suyo, yo decidí subir las
escaleras. Arriba estaba casi impracticable y casi no se podía andar por
la vegetación y el mal estado, así que me conformé con echar un par de
fotos donde se apreciaba un gran buda en lo alto de la montaña. A la que
bajaba decidí seguir a pie hasta mi destino original, crucé un par de
arcos y comencé la subida. Ahí no se veía a nadie, solo monos andando
por el cableado y comiendo frutos. Llegué hasta un punto donde había un
cruce y un par de casas. No había ningún símbolo ni ningún turista al
que seguir, tampoco algún humano a quien preguntar. Hacía bastante calor
y pasaba de subir hacia el lado contrario, así que dejé la expedición y
me volví a donde había dejado la bici para volver al centro de
Phetchaburi.

Mi primera parada fue en templo budista de
Saiyat y de ahí avancé hasta el templo Khoi donde candé la bici. En
frente se encontraba el templo Rattana Trai, pero el que más me gustó de
los tres fue sin duda el Wat Khoi. Se trata de un templo que sin duda
es mucho más moderno que todos los que había visitado, de color blanco y
una arquitectura que me llamó la atención. A su lado hay varias zonas
de rezo y un par de esculturas de unos dragones bastante chulas.

Wat Khoi

Compré
una botella de agua y descandé la bici, pocos metros más adelante
estaba la entrada al complejo de Phra Nakhon Khiri. Candé la bici junto a
la entrada, alejada de la horda de monos que se arremolinaba junto a la
escalera de subida. Abajo había un par de puestos vendiendo maíz para
dar de comer a los monos, cosa que en las guías no recomiendan y que
aparte de peligroso (son monos salvajes) no creo que haga ningún bien a
los animales, pude ver tres o cuatro ejemplares con una obesidad
mórbida. Me propuse a subir las escaleras tratando de no interferir con
la vida monil y llegué hasta el final sin incidentes. Luego seguí un
camino adoquinado hasta la entrada al parque, no recuerdo el precio de
la entrada pero estaba en torno a los 150 bhats. El parque era bien
bonito repleto de árboles y caminos adoquinados, así como una ingente
cantidad de monos asalvajados que no dudaban en atacar y/o robar las
bolsas que despistados turistas llevaban. El parque consta de tres
montículos, cada uno de ellos coronado por una stupa. El parque fue
construido por un Rama IV y se puede visitar parte de sus aposentos así
como un museo. El parque es grande y lleva bastante tiempo su visita,
además el calor hace que haya que parar cada cierto tiempo a refrescar y
reponer líquidos, eso sí con ojo avizor a los monetes. En una de estas
que veo señalizados los baños y por el camino que llevaba hasta ellos me encuentro con un mono en medio. Un mono bastante grande, así que me acerco con cuidado y cuando voy a pasar a su lado el hijo puta me enseña los dientes y gruñe en señal de desafío, fue el momento de dar la vuelta y buscar meódromo en otro lado. Terminada la visita
he de decir que es muy recomendable por la belleza del parque, de sus edificios estilo
chino, el museo, lo monetes y las vistas sobre la ciudad. Para verlo con
calma recomendaría unas tres horas, digo esto porque mucha gente se
plantea una escapada desde Bangkok para pasar una mañana, por mi
experiencia creo se quedaría corto. 

El peligro de los monetes
Una de las tres stupas
Phra Nakhon Khiri
Desde otra stupa
Monetes por el camino en el parque de Phra Nakhon Khiri

De
vuelta a la escalera de los monetes veo que mi bici está tirada en el
suelo y que hay varios monos alrededor, a saber cómo la habían tirado.
Decido pedalear hasta el centro, concretamente hasta el templo de
Mahathat Worawihan. Se encuentra junto al distrito comercial y es
bastante frecuentado por turistas y lugareños, destaca su blanca
construcción central con varios pilares alrededor de uno central más
grande. Es uno de los templos distintivos de la ciudad. Apretaba el
hambre, pero me costó encontrar algo abierto, era día festivo por el
cumpleaños de la reina y la mayoría de los sitios estaban cerrados. Al
final un café moderno con WiFi fue el elegido. Después me di un paseo
por la ciudad, cruzando el río y con rumbo al templo Kamphaeng Laeng, el
más antiguo de la ciudad de estilo Khem (como el de Angkor). Cuando
llegué hasta la entrada vi una gran aglomeración de monjes y gente, muy a
mi pesar tuve que cambiar de rumbo ya que me era imposible entrar. No
sé qué estarían celebrando, quizás algo relacionado con el cumpleaños de
la reina, pero volví hacia el centro y me dediqué a pasear por el
conglomerado de puestecillos junto al río. La tarde se echaba encima y
decidí volver al hostal antes de que la luz se fuera del todo, por el
camino estaban montando un mercadillo bastante grande frente al estadio
central. Descansé un rato en el hostal antes de salir a cenar, no muy
lejos encontré un restaurante donde cené tirado de precio un arroz con
gambas que además estaba exquisito. Luego volví a mi cueva a descansar.
Como ya he comentado antes si alguien hace una escapada a esta ciudad
desde Bangkok le recomiendo que pase todo el día en ella si quiere verla
bien, pasar la noche puede ser una buena opción para disfrutar de la
tranquilidad.

 

Mahathat Worawihan

 

Yo y mi cena

Este fue mi último día de ruta, al día
siguiente cogería un minibus hasta Bangkok (salen cada 45min desde una
improvisada estación a la que se llega preguntando a los locales) donde
pasaría casi una semana más, pero esta vez por trabajo. Aquí doy por
finalizado este mini diario que espero os haya gustado. Como siempre
digo si queréis preguntarme algo no dudéis en usar los comentarios y/o
contactar directamente conmigo.

 

Aquí os dejo el acceso al resto de capítulos:

Tailanda I. Dublín-Bangkok-Koh Samui

Tailandia II. Koh Samui

Tailandia III. Koh Tao

Tailandia IV. Ang Thong Parque Nacional Marino

Tailandia V. Koh Phangan

Tailandia VI. De las islas a Phetchaburi

Tailandia VII. Phetchaburi 

 

 

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