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Escapada a Albania de cuatro días

Hace poco abrió una ruta nueva directa Madrid-Tirana y los precios estaban por los suelos así que me decidí a pillar unos billetes y comentárselo a un par de amigos que al final se animaron. Ninguno habíamos estado en Albania y la verdad que nos sorprendió gratamente. Nos quedamos con las ganas de disponer más días y visitar a fondo el país, pero eso será en otro momento. Aquí os dejo una pequeña guía para preparar una escapada de cuatro días a Albania.

Plaza Skanderbeg en Tirana

¿Por qué Albania?

Mucha gente cuando les comenté que me iba unos días a Albania me hizo esta pregunta. Mi respuesta siempre fue la misma: «y por qué no». Si habéis leído otras entradas de este blog ya conoceréis que yo siempre creo que no importa el país siempre hay algo interesante. En este caso en Abania se juntó la apertura de la línea directa, los precios de los vuelos y alojamiento y la curiosidad de visitar este país balcánico. De los balcanes yo ya conocía Bosnia, Croacia y Montenegro y de todos ellos me llevé muy buena impresión.

A veces obviamos esta zona por ser más pobre o por creer que no tiene nada diferente que ofrecer con respecto a otras zonas. Para mí un gran error. Muchos de estos países tienen mucha historia que luego se aprecia y se vive cuando los visitas. Cuando me puse a investigar de Albania para preparar el viaje la verdad que me sorprendió bastante su historia, que explican en parte uno de los atractivos de este país.

Un poco de historia

Con poco más de 3 millones de habitantes la República de Albania (o Shqipëri en albanés) se encuentra a orillas de los mares Adriático y Jónico. Su capital es Tirana, en la que viven más de 800 mil personas. El aeropuerto internacional se encuentra a unos 20km al norte de la ciudad. La historia albanesa es una historia similar a muchos países europeos con diversidad de invasiones de diferentes tribus, pueblos e imperios. Sus orígenes son el pueblo Ilirio, del que algunos dicen deriva el idioma actual, aunque parece ser que es el Dacio del que realmente deriva. Al oído es una lengua bastante extraña y que no me recordó a ninguna otra que hubiera escuchado.

Por la actual Albania han pasado los griegos, los romanos, los godos y los bizantinos. Fueron los otomanos los que conquistaron posteriormente la zona durante 7 siglos. Tiempo suficiente para islamizar a su población. Fue el héroe nacional Skanderbeg el que dirigió las batallas contra los turcos. En 1912 declararon su independencia del imperio otomano gracias al apoyo de Austria e Italia. Fue este último país el que mantuvo un poder de facto sobre el país, convirtiéndose así en un protectorado italiano. Los fascistas italianos invadieron el país durante la IIGM y empezaron guerrillas contra los italianos en esta época. Hasta que en 1946, el dictador comunista Enver Hoxha tomó el poder y ya no lo dejó hasta su muerte en 1985.

No fue hasta 1991 cuando Albania pasó a ser la república que hoy se conoce celebrando sus primeras elecciones pluripartidistas para la Asamblea constituyente y que ganó el partido del trabajo de Albania (partido comunista del fallecido Hoxha) pero que al año siguiente en las elecciones parlamentarias perdieron estrepitósamente.

Vista de las montañas al oeste de la capital

Y es esta historia la que le da una riqueza cultural al país que no me esperaba. Actualmente es un país de mayoría musulmana, pero la verdad que los velos y hiyabs escasean en las calles. Todos hablan albanés, pero una gran mayoría también habla italiano y con los más jóvenes te puedes comunicar en inglés perfectamente. La gastronomía es muy parecida a la de sus vecinos balcánicos, y al igual que en Croacia, existe mucha influencia italiana. Heredado de la historia comunista nos encontramos con los más de 180mil búnkeres repartidos por todo el país y por las grandes plazas y avenidas en la capital.

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¿Qué ver en cuatro días en Albania?

Cuatro días son muy pocos días para explorar el país, pero son días suficientes como para hacerte una buena idea del mismo y quedarte con ganas para explorar otras zonas. Mi recomendación es que dejes al menos dos días para disfrutar de la capital y que emplees los otros dos para visitar algún lugar más rural o algo de naturaleza. También dependiendo un poco de la época quizás pienses acercarte a alguna de las maravillosas playas del sur del país como Palasa o Ksamil. Nosotros optamos por alojarnos en Tirana los cuatro días y explorar un par de pueblos en transporte público: Kruje y Berat. Pero como ya he dicho existen muchas más opciones y si os animáis a alquilar un coche pues seguro que aprovecharéis mucho mejor el tiempo. A continuación te dejo mi itinerario de cuatro días.

Día 1. Krujë

Sin lugar a duda una escapada imprescindible en tu escapada de cuatro días en Albania. Kruje está muy cerca de Tirana, a tan solo 32km y puede verse en un día. Se encuentra en lo alto de una colina a lomos de la montaña sagrada de Sarisaltik. Este pueblo, también llamado Kruja, es donde nació el héroe nacional que comentaba antes: Skanderbeg. Una estatua ecuestre pegada a la bandera del águila bicéfala nos lo recuerda. Lo primero que vamos a ver al caminar por el caso antiguo del pueblo hacia lo alto de la colina es su bazar. Es un bazar de la época otomana con más de 500 años de antigüedad.

En 2015 todo el bazar fue restaurado quizás perdiendo parte de su encanto pero sin duda conservando la esencia y la estructura por muchos siglos más. De repente parece que entras en un bazar turco, calles adoquinadas y casetillas de madera a lo largo y ancho de la calle. Destaca sobresaliendo de las casetas un minarete blanco, el de la mezquita de Murad Bey. El bazar es el lugar ideal para comprar todo tipo de souvenirs, así como artesanía del lugar.  

Estatua de Skanderbeg
El bazar otomano

Al final de la calle nos topamos con una muralla y es que estamos llegando al castillo de Krujë. Se trata de una fortificación de los S V y VI de la que poco queda en pie. Tan solo una torre y una pequeña parte de la muralla. Una vez cruzado el arco de entrada vemos un moderno edificio que congenia bien con las antiguas murallas. Se trata del museo George Kastrioti Skanderbeg, en el que se nos cuenta la historia del héroe albano.

También vemos una explanada con antiguos restos de un haman turco y al otro lado un olivo que se dice fue plantado por el mismo héroe. Es un lugar para darte paseos y perderte por las callejuelas y subir hasta la parte más alta donde se encuentra la torre antigua totalmente encinchada para que no se caiga. Las vistas de la montaña de detrás así como del mar adriático al fondo merecen mucho la pena. También encontramos el museo etnográfico en una antigua casa otomana y el Tekke (que cuando fuimos estaba cerrado), pero que se trata de un pequeño lugar de culto.

El museo, el olivo, la torre encinchada y los restos del haman
El mar Adriático al fondo desde la muralla

Si dispones de vehículo propio puedes aprovechar para visitar lo que queda de la acrópolis de Zgerdhesh. Se estima que los restos de esta población datan del SVI o VII aC que muchos atribuyen al primer asentamiento de la tribu Iliria de los Alban, lo que pudo ser la antigua Albanopolis. Cerquita tenemos el Parque Nacional de Qafë Shtama con varios senderos para caminar. Y si de naturaleza hablamos la joya de la corona es el sendero hasta la cima del Sarisaltik, lugar de peregrinación (para los musulmanes sufíes Besahkti) desde la que hay unas vistas envidiables.

Puedes echar un ojo a este Reel en mi instagram para hacerte una idea del lugar:

Día 2. Berat

Berat es una preciosa población patrimonio de la UNESCO a unos 70km al sur de la capital albanesa. Pese a ser una ciudad pequeñita (de unos 60 mil habitantes) tiene mucho que ver. Sin duda es un lugar que debes visitar en tu escapada de cuatro días a Albania. Si le puedes dedicar un día entero pues mejor que mejor. Lo cual es complicado sin hacer noche allí (a no ser que dispongas de vehículo propio), ya que el último bus que vuelve a Tirana es a las 15:40 (conviene consultar en la estación). La ciudad posee tres cascos antiguos: Kalaja, Mangalem y Gorica. Las dos primeras en la orilla este del río Osum y la tercera al oeste.

Es en Kalaja donde vamos a encontrar más lugares para visitar y donde más tiempo emplearemos. Esta zona se encuentra en lo alto de una montaña y está fortificada. Si has venido en bus la mejor opción es coger un taxi desde la estación (que está a las afueras de la ciudad) y así te ahorras la caminata cuesta arriba. Una vez allí ya puedes explorar a pie todo Berat.

El castillo de Berat fue destruido por los romanos en el SII aC y luego reconstruido por los bizantinos. La superficie amurallada es bastante grande y eso permitió que la mayoria de la población viviera en ella. Las construcciones de Kalaja datan del SXIII y en su momento llegó a tener hasta 20 iglesias. La mejor manera de explorar la zona es perderte por sus callejuelas empedradas y pedir a alguno de los lugareños que te enseñe alguna de las iglesias. Ya que son ellos los que tienen las llaves que pueden abrirlas. Es una gozada poder disfrutar en soledad de murales eclesiásticos tan antiguos. Insiste en poder verlas porque merece mucho la pena. Nosotros pudimos ver dos de ellas gracias a un paisano que había por la zona.

Otra cosa que merece mucho la pena es subir a las murallas de la entrada a la ciudadela donde podrás ver al este las imponentes montañas de Tomorr (de más de 2400m de altura) y la parte de la ciudad junto al río.  En la ciudadela hay varias ruinas de mezquitas y el museo iconográfico Onufri, que contiene 1500 objetos de las iglesias y monasterios de Berat y otras partes de Albania. 

Vistas de Berat y las montañas Tomorr desde la muralla
Kalaja
Frescos de una de las iglesias bizantinas

Una vez bien explorado el barrio de Kalaja comienza la bajada del castillo parando en el mirador en el extremo sur de la muralla, en lo alto de la torre. Desde allí se aprecia toda la ciudad tanto el barrio de Gorica al otro lado del río, como el barrio de Mangalem justo debajo del castillo. Una enorme bandera albana corona el mirador. La bajada por el camino del bosquecillo te lleva hasta las afueras del barrio de Mangalem, si cruzamos la calle Mihal Komnena nos encontramos con el museo etnográfico y si vamos bordeando la colina nos adentraremos de lleno en el barrio con sus callejuelas adoquinadas y edificios antiguos. Sin duda un lugar para perderse entre los callejones.

Si llegamos a orillas del río y lo cruzamos estaremos entrando en el barrio de Gorica. Un puente de piedra con el mismo nombre une las dos zonas, así como un puente más moderno. Tanto Mangalem como Gorica tienen arquitecturas similares, casitas blancas con ventanales en sus muros que cuelgan de las colinas y por eso a Berat se le llama la ciudad de las mil ventanas. La ciudad moderna se encuentra a orillas del río con un gran paseo a su lado. En esta zona también encontramos el Tekke, la catedral de San Demetrio y un par de mezquitas: la mezquita principal y la del sultán. 

Berat desde el mirador
Gorica desde el mirador
Mangalem desde el paseo junto al río

Tanto si dispones de vehículo propio como si no, una excursión perfecta con buen tiempo es el cañón del río Osum a 60km al sur de la ciudad. Hay agencias en la ciudad que te hacen excursiones por la zona si dispones de tiempo. También hay excursiones al parque natural de Bogove o a escalar las montañas de Tomorr. Es una zona que tiene mucho por explorar pero para esta escapada la visita a la cuidad es más que suficiente aunque nos quedáramos con ganas de más.

En este Reel de mi cuenta de instagram puedes hacerte una idea en vídeo de Berat:

Días 3 y 4. Tirana

La capital de Albania es una ciudad que se ve en constante cambio y evolución, es una ciudad joven, con mucho movimiento de sus más de 500 mil habitantes. Se encuentra a pies del final de las montañas Sharr (Malet e Sharrit) que vienen desde Kosovo. Encontrarte montañas de más de 1600m a pies de la ciudad cuando esta se encuentra casi a nivel del mar (110m) pues llama bastante la atención. Otra cosa que llama la atención es la infinidad de rascacielos construidos y por construir en el centro de la ciudad.

También la infinidad de obras por todos los lados que aseguran que si vuelvo en unos años la Tirana que yo conocí no va a ser la misma. La ciudad en sí no es que tenga infinidad de museos imprescindibles, ni esté repleta de monumentos maravillosos. Si esto es lo que andas buscando aquí no lo vas a encontrar. No diría que es una ciudad bonita pero tampoco una ciudad fea. Es una ciudad diferente, con un aura de cambio y con otros atractivos de los que ahora hablaré.

Plaza de Skanderbeg by night

El punto central de la capital es la gigantesca plaza de Skanderbeg. Rodeada de grandes edificios, con un parking subterráneo del que suben árboles hasta la plaza y con los lugares más emblemáticos de la capital. Es en esta plaza donde se encuentra el edificio de la ópera, el museo de historia nacional, el ayuntamiento, la mezquita de Et’hem Bej y un tiovivo. A uno de los lados de la misma nos encontramos la estatua al héroe que da nombre a la plaza: Gjergj Kastrioti «Skanderbeg». De la plaza salen diferentes bulevares grandes, estilo comunista que llevan a diferentes puntos de la ciudad.

Lo más llamativo de la ciudad se encuentra alrededor de esta plaza y luego hacia el este y el sur de la misma. Escribo a continuación de lo más destacable de la plaza. El museo de historia nacional es un museo bastante grande donde explica la historia del país en diferentes pabellones. Destaca el mural exterior que representa al pueblo albano luchando contra las invasiones, por desgracia cuando fui lo estaban reparando y no se podía ver.

La mezquita de la plaza es la preciosa mezquita de Et’hem Bej a la que se puede acceder gratuitamente en sus horarios de apertura, como en toda mezquita hay que dejar los zapatos a la entrada y vestir «decorosamente». Es muy pequeñita pero es una preciosidad por los frescos que contiene en los pórticos y en la sala de rezo. Sin lugar a duda de lo más bonito de la ciudad. Al lado de la mezquita se encuentra la torre del reloj de Tirana de 35m de alto. Las obras en los edificios aledaños han hecho que la entrada a la misma esté cerrada, pero cuando terminen se podrá de nuevo subir a ver las vistas de la plaza.

Museo de Historia Nacional (con el mural tapado)
Interior de la mezquita Et’hem Bej

Hacia el este de la plaza encontramos zonas ajardinadas y un par de esculturas/monumentos, una dedicada a la amistad con Kuwait y otra la tumba de Kapllan Pasha. Esta tumba de uno de los gobernadores otomanos de Albania fue construida en el S XIX pegada a la mezquita de Sylejman Pasha que fue destruida durante la IIGM. El cuerpo de Kapllan Pasha fue repatriado a tierras turcas.

Pegado al bulevar de la calle Barrikadave encontramos tiendecillas de suvenirs y modernas terrazas que contrastan con un edificio comunista. Cerca tenemos el mercado de Pazari i Ri calles y mercados cubiertos se entremezclan ofreciendo todo tipo de comida y enseres. Un lugar para perder unos minutos observando los puestecillos, comprando y por qué no pararse a comer. Si bajamos hacia el río nos encontraremos con el pequeño puente peatonal de los curtidores, un puente del SXVIII que ha sido restaurado recientemente.

Si en vez de hacia el este de la plaza optamos por la vertiente sur pasearemos entre edificios oficiales. A destacar la house of leaves, que es un museo donde explican la época del espionaje durante la dictadura comunista. Muy cerquita está la catedral ortodoxa de la resurreción de Cristo, por fuera no es muy atractiva pero por dentro es bastante llamativa. Escondido cerca del ayuntamiento se encuentra el Bunk’Art 2 de reciente apertura. Nosotros visitamos el Bunk’Art 1 del que hablaré luego.

También en esta zona hay parque bien cuqui con un edificio que parecía ser un casino. Hacia el sureste tenemos el castillo de Tirana. No esperes ver ningún castillo. En su época estaba por aquí pero ha sido totalmente reconstruido y ahora mismo es un centro comercial. Y cerca tenemos la galería nacional de arte y una escultura al aire libre que se llama «Reja (the cloud)«, de un artista japonés Sou Fujimoto. Es una escultura curiosa compuesta por cubos de tuberías blancas a los que puedes subir y pasear entre ellos. Un lugar para hacer unas fotos curiosas. Por la zona tenemos el parlamento albano,  la catedral católica de San Pablo y la imponente mezquita de Xhamia e Namazgjasë que aún estaba por terminar pero con pinta de abrir pronto.

Reja (The Cloud)
Mezquita Xhamia e Namazgjasë

Si continuamos por el bulevard Dëshmorët e Kombit hacia el sur, cruzaremos el río y a nuestra derecha nos encontramos con la pirámide de Tirana. Actualmente en reconstrucción y a la que no se puede acceder, fue co-diseñada por la hija del dictador Hoxha. Pronto se va a reconstruir para adecentar y que sea un lugar para pasear y tener buenas vistas de la ciudad.

Dejando a la pirámide a nuestra izquierda si viramos a la derecha nos adentraremos en el barrio de Blloku. Actualmente el lugar para salir de fiesta, ir de restaurantes o comprar en las tiendas y boutiques de la zona. Pero durante el comunismo este barrio estaba cerrado y ni aparecía en los mapas. Solo el politburó de la época vivía y podía acceder a esta zona. Aún se conserva la residencia del dictador Hoxha. Si quieres un lugar auténtico para tomar unas cervezas y comer algo albano entre tanto negocio occidental de la zona te recomiendo Kaon Beer, que además tiene una terraza en su parte de arriba en la que se está de narices.

Si continuamos por el bulevar llegaremos hasta la plaza de la madre teresa, en la que está el palacio de congresos y varias universidades. Detrás del palacio está el moderno estadio air albania que bien merece un paseo por sus modernos alrededores. Al acabar el bulevar y más hacia el sur tenemos uno de los pulmones de la ciudad el Grand Park de Tirana. Un enorme lago rodeado de árboles y caminos para pasear, andar en bici o hacer deporte. Un lugar para desconectar de la ciudad.

Pirámide de Tirana en reconstrucción
Estadio Air Albania con las montañas detrás
Grand Park

A las afueras de la ciudad tenemos un lugar que merece la pena visitar y es el Bunk’Art. Para llegar hasta él o bien un taxi o bien el bus público que es bastante más económico. El bus se coge en la plaza de Skanderbeg a la altura del monumento de la amistad con Kuwait. Preguntad por la zona o a algún autobusero y os indicarán. Podéis decir que vais a Dajti Mountain que es la misma ruta y es más conocido. El Bunk’Art es un antiguo búnker construido por Hoxha después de la IIGM y que ha sido restaurado como museo. En él se explica la historia pre-, comunista y post- del país así como se exponen algunas obras de arte moderno.

Es una experiencia en sí ya el visitar este búnker tan gigantesco, los pasillos, las intactas habitaciones y hasta un salón de actos, todo dentro del mismo recinto bajo tierra. Para acceder al mismo hay que cruzar un túnel para acabar perdido en medio de la montaña y donde un pequeño puestecillo vende las entradas. De ahí hay que andar un poco más hasta la verdadera entrada al búnker. La visita es larga y puede llegar a cansar si no te interesa el tema, a mi me resultó muy interesante.

Cerca de allí se encuentra el funicular que te lleva hasta lo alto del monte Dajti desde el que las vistas en un día claro tienen que ser envidiosas. Nuestro día se levantó nublado así que decidimos abortar la visita. Como se dice en estos casos: siempre hay que dejar algo sin ver para tener una excusa para volver.

Túnel hacia Bunk’Art
Entrada al búnker

Y con lo comentado por aquí ya tendrías suficiente para emplear dos días, de los cuatro días por Albania, en la capital. Nosotros hicimos la capital como base para dormir y nos dio tiempo a explorarla con más tranquilidad por las tardes-noches, pero eso ya depende de cada uno. Una de las mejores cosas tanto de Tirana como del resto del país que visitamos fue la amabilidad de sus gentes. Por ejemplo, hubo un momento que igual teníamos a 15 personas en Tirana preocupadas porque cogiéramos el bus adecuado. Un destino diferente pero interesante a la pare que económico, que no te eche para atrás la supuesta pobreza porque aunque los estándares de las infraestructuras pueden no ser los más altos, sí están aun nivel aceptable.

Por aquí te dejo mi último reel de la cuenta de instagram para que visualmente te hagas una idea de Tirana:

Cómo moverse por el país

¿Cómo llegamos a los sitios mencionados si no disponemos de vehículo propio o coche de alquiler? Albania cuenta con una red de autobuses que funciona bastante bien. No esperes comodidad y velocidad, pero sí precios muy baratos y conexiones a los principales destinos. Tanto para ir a Krujë como para ir a Berat los buses se cogen en la estación de autobuses regional (Terminali i Autobusave të Veriut dhe Jugut), a las afueras de la capital. En febrero de 2022 se trataba nada más de una explanada con cientos de buses, pero se supone van a construir una terminal al lado.

Para llegar hasta allí desde el centro de Tirana la manera más cómoda y rápida es pillar un taxi, que es bastante económico. No llegamos a descubrir qué buses salían hacia allí porque el que se supone pasaba cerca solo tenía servicio los domingos. Para la vuelta sin embargo sí pudimos encontrar autobuses en las cercanías. Pregunta a los lugareños y te indicarán.

Para comprobar los horarios de los autobuses podéis entrar en esta web o echar un ojo a la foto de abajo tomada en la misma estación:

 

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