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Viaje a Corea del Sur: Un destino a la altura

Hace unos meses os comentaba en el podcast algunos de los motivos de por qué me gustó tanto mi viaje a Corea del Sur, en este caso de índole gastronómica. En esta entrada, sin embargo, quiero comentaros qué fue lo que me enamoró del país, por qué recomiendo que lo visitéis y qué lugares pude visitar. Corea es mucho más que la inmensidad de Seúl y espero poder transmitiros un poquito de eso en las siguientes líneas.

Seúl

 

¿Por qué plantear un viaje Corea del Sur?

La verdad que cuando decidimos el destino allá por el verano de 2018, la decisión de ir de vaje a Corea del Sur no fue algo que hubiera tenido en mente sino que salió de manera espontánea mirando destinos y comprobando si los vuelos estaban asequibles. Y la verdad que fue todo un acierto. A la hora de preparar el viaje me di cuenta de la infinidad de posibilidades que ofrece el país y me maldije por no haberlo tenido en mente antes. En Corea vas a tener una mezcla de modernidad y tradición, vas a ver unos paisajes naturales espectaculares, degustar la comentada gastronomía coreana, experimentar el choque cultural con lo occidental e incluso disfrutar de playas paradisíacas. Vamos que vas a tener donde elegir según te guste un tipo de viaje u otro.

Algo de contexto histórico

La península de Corea se encuentra en la parte este de Asia cerca de las islas de Japón y con frontera en el norte con China y Rusia. Desde 1945 la península está dividida en dos países (que supuestamente aún siguen en guerra) por el paralelo 38. Al norte del mismo nos encontramos con la desconocida y aislada Corea del Norte y al sur con el país objeto de esta entrada: Corea del Sur o la República de Corea. Para entender un poco el país y su cultura me gusta siempre indagar un poco en su historia y esto es lo que voy a tratar de hacer en las
siguientes líneas.

Corea tiene una larga historia y se estima que desde el paleolítico la península ha estado habitada. Digamos que en tiempos de Cristo había tres reinos en la península (Baekje, Goguryeo y Shilla) y que es en el 930 cuando el reino de Goryeo bajo el líder militar Wang Geon se impuso a los otros dos, estableciendo la dinastía de Goryeo, de donde deriva el nombre de Corea, que reinó durante 500 años. Fue entonces cuando los mongoles invadieron la península y Corea se convirtió en un estado vasallo de los mongoles.

En 1392 se establece la dinastía Joseon expulsando a los mongoles y manteniendo el poder durante otros 500 años más, donde forjará buenas relaciones con China. Es a finales del S XVI cuando los japoneses intentan invadir Corea por primera vez, pero esta vez no lo logran gracias, en parte, a la ayuda China. A finales del S XIX lo consiguen y en 1910 Corea se convierte en una colonia de Japón.

Los japoneses intentan destruir todo identidad coreana, incluida la historia, la cultura y el idioma, y «a cambio» generan una mejora social e industrialización de la península. Es durante este periodo de colonización donde las mayores atrocidades por parte de los japoneses ocurren. Llega la segunda guerra mundial y con ella guerrillas contra los japoneses. Al final de la misma EEUU divide al país en dos en el paralelo 38, el norte sería controlado por los soviéticos y el sur por los norteamericanos.

Cuando las tropas militares soviéticas y americanas se van de la península (1948-1949) no tarda en estallar la guerra de Corea (1950), en la que Corea del Norte invade su vecina del sur. Esta guerra, en la que en proporción murieron más civiles que en la IIGM, oficialmente no ha terminado ya que no hay tratado de paz firmado por las dos partes. En 1953 se firmó un armisticio por parte de EEUU y Corea del Norte pero no por Corea del Sur. Aun así se forjó una zona demilitarizada (DMZ) alrededor del paralelo 38. Hasta principios de 1980 tanto en el norte como el sur su PIB era similar, pero a partir de ahí el sur resurgió como una economía emergente y el norte cayó en desgracia. Resaltar que el sur estuvo gobernado por una dictadura hasta 1992 cuando un civil (Kim Young-sam) llega al poder.

Templo budista de Haeinsa (hogar de la Tripitaka Coreana)

Consejos

¿Cuándo es mejor ir de viaje a Corea del Sur?

La temporada alta va de junio a septiembre, pero pese a ello estos son los meses más calurosos y más lluviosos en Corea. Por eso, quizás sea mejor visitar el país en otoño o primavera si quieres temperaturas más agradables y menos lluvia. Julio es el mes más lluvioso y por ende quizás el menos recomendable. Yo visité el país a mediados de septiembre y tuve días de mucha lluvia y días de también mucho sol. En invierno puedes aprovechar para realizar deportes de nieve y ver el país desde otro prisma.

¿Cómo moverse por el país?

Viene bien saber cómo vas a poder moverte más fácilmente en tu viaje a Corea del Sur. Las principales ciudades de Corea del Sur están bien conectadas por tren así que es fácil moverse en ellos. Existe un pase, el Korail, que te permite ahorrar algo de dinero en los trayectos e incluye los trenes rápidos. Este pase puede ser para viajar tres o cinco días consecutivos o hacerlo de forma flexible en diez días (dos o cuatro días para viajar en esos diez días). Los precios van aproximadamente desde los 85 a los 150€. Hay un poco de descuento por viajar en grupo (2-5 personas). Si vas a ir de Seúl a Busan ya te va a merecer la pena coger este pase.

Hay que tener en cuenta que en periodos vacacionales el encontrar sitio en los trenes puede ser una locura. A nosotros nos pasó que justo coincidía nuestro viaje con el Chuseok, que es la celebración familiar más importante del país, algo así como las navidades pueden ser en España. Así que intenta o no hacer coincidir estas fechas o reservar las cosas con bastante antelación. 

También existen vuelos internos con compañías de bajo coste, útil sobre todo para volar hasta la isla de Jeju o volver de Busan a Seúl. 

También existe una red de autobuses que conecta los lugares más turísticos con las ciudades cercanas y por lo general no suele haber problema de comprar el billete en la misma estación el mismo día que viajes. Pero mejor infórmate antes por si acaso.

Debido al Chuseok nosotros optamos por alquilar un coche y la verdad que bastante contentos con la experiencia. Conducir es fácil en Corea, eso sí, asegúrate que el coche viene con GPS en inglés y si no solicítalo a la hora de alquilar el coche. En Corea no funciona google maps para trayectos, así que deberás buscar una aplicación alternativa (la más usada allí es kakao). La conducción es fácil y la infraestructura es bastante buena. Los mayores problemas van a ser de aparcamiento y atascos. Eso sí, te da mucha libertad a la hora de llegar a muchos sitios (como templos) sin depender de los horarios de autobuses.

En las ciudades el transporte público funciona perfectamente así que si tienes coche de alquiler es buena idea dejarlo aparcado durante tu estancia. Tanto redes de metro en las grandes ciudades como autobuses las recorren, así que no tendrás ningún problema en llegar a los sitios más interesantes de las mismas. 

Nuestro Hyundai con el que recorrimos la isla de Jeju

Moneda y presupuesto

Quizás lo más complicado a la hora de preparar un viaje a un país como Corea del Sur que no suele estar en las rutas turísticas de los países occidentales es el presupuesto. ¿Qué moneda usan? ¿Cuánto me voy a gastar? ¿Es un país caro?

Empiezo por su moneda, el Won surcoreano. Para haceros una idea, en 2022: 1€=1340 Won. Para cambiar dinero recomiendo llevar una tarjeta que no te cobre comisión al sacar (o que esta sea muy baja) ya que vas a encontrar cajeros sin problema en todas las ciudades. Si quieres cambiar euros a won mi recomendación es que lo hagas una vez estés allí y nunca lo hagas en el aeropuerto, ya que los cambios son los peores allí. Nosotros realizamos el cambio en el barrio de Myeongdong, concretamente en un establecimiento en frente de la embajada china, en el número 26 de Myeongdong 2-gil. El sitio parece algo turbio, pero es bastante utilizado por turistas ya que los cambios que ofrece son de lo mejorcito.

Corea del Sur no es un país caro, tampoco es un país barato. El presupuesto se te va a ir fundamentalmente en transporte y alojamiento. El precio de ambas cosas las puedes comprobar online en motores de búsqueda de alojamiento y en la página de trenes coreana. Para comer, en los puestecillos de la calle y en los mercados puedes encontrar cosas baratas que no inflarán tu presupuesto demasiado. Sentarse en un restaurante sube algo el prespuesto, pero fuera de Seúl los precios son bastante asequibles y no muy diferentes a los que puedas encontrar en España.

Seguro

Aunque no es obligatorio sí te recomiendo que cojas un seguro de viaje si vas a viajar a Corea. Pese a contar con uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, la asistencia no es gratuita para los turistas. Todo se realiza previo pago y si se requiere de hospitalización incluso pueden pedir aval de algún ciudadano coreano. Por ser lector de este blog tienes un 5% de descuento con seguros mondo pinchando aquí o accediendo a través del banner lateral.

Idioma

Pese a que Corea del Sur es un país donde podemos creer que la mayoría de la gente controla inglés como segundo idioma, esto no es la realidad en muchas de las zonas. En Seúl probablemente no vayas a tener problemas y en Busan igual tampoco, pero fuera de estas dos urbes turísticas se habla muy poquito inglés. Sin embargo, con lo básico te van a entender y te vas a hacer entender y si no pues con el lenguaje universal de señas se llega a todos los lados.

Además, si tienes internet en el teléfono o al que quieres hablar lo tiene se puede hacer uso de aplicaciones de traducción de voz o texto. Recuerdo que un taxi al montarnos ya nos puso la app directamente para hablar a través de la misma. Si tienes tiempo y ganas puedes emplear unos días en aprender el alfabeto coreano, el hangul. Es muy fácil de aprender y luego podrás leer todos los carteles e incluso escribir tu nombre.

¿Cuántos días necesito para visitar el país?

La respuesta es que cuantos más mejor. Si te quieres centrar en Seúl y alguna excursión a los alrededores puede que con una semana satisfagas tus intenciones, pero yo recomiendo mínimo 10 días en el país para hacerte una mínima idea y dos semanas para profundizar un poco más e ir menos pillado. Seúl es la cuarta área metropolitana más poblada del mundo con lo que un mínimo de 3 días completos los considero necesarios en cualquier incursión al país. Si no eres mucho de ciudades grandes igual puedes dejarlo en 2, pero te perderías mucho de esta gran ciudad. Al final cada persona tiene sus limitaciones de tiempo por lo que usa el tiempo que puedas para viajar a Corea del Sur. El destino no te va a decepcionar.

Viajar a Corea del Sur en doce días

En las siguientes líneas te voy  a comentar el itinerario que realicé en septiembre de 2018 por el país y que puedes copiar o usar como base. Debido a la imposibilidad de reservar ningún tren el itinerario está basado en coche de alquiler a excepción de en la capital, por lo que si optas por el tren un itinerario más circular quizás sea mejor solución. Una vez en la península, el coche de alquiler lo alquilamos y devolvimos en el mismo lugar (aeropuerto de Busan) y de ahí que condicionara nuestra ruta. Vamos con la propuesta para viajar por Corea del Sur en doce días.

 

Días 1, 2 y 3. Jeju

Jeju es una isla al sur de la península de Corea, la más grande del país. Esta isla bien merece un viaje aparte, pero las ganas de sol y buen tiempo nos hicieron tomar una escapada a esta isla paradisíaca. Está conectada tanto por barco como por avión con la península. El aeropuerto está en la capital de la isla: Jeju-si, pero esta no tiene mucho que ofrecer más allá de restauración y alojamientos. Así que mi recomendación es que te lances a explorar la isla. Lo mejor para explorarla si vas pillado de tiempo es alquilar un coche y hacer una ruta más o menos circular.

Pese a que la isla es pequeña se tarda bastante en recorrerla ya que el límite de velocidad es de unos 50km/h la mayoría del tiempo (70 el máximo en tramos muy específicos) y está lleno de radares y badenes. Nosotros recorrimos la isla en sentido antihorario y nuestra primera parada fue la espectacular playa de Hyeopjae. Se trata de una playa con tintes caribeños: aguas turquesas y arena blanca y al fondo la pequeña isla de Biyang. Es una zona muy turística y vas a encontrar hordas de coreanos y coreanas posando para su instagram. Pero siempre hay alguna zona menos concurrida.

Catando el agua de la playa de Hyeopjae

Tras pasar la mañana allí puedes continuar tu ruta hacia el sur haciendo parada en alguno de los museos que vas a encontrar: el jardín botánico, el museo de arte contemporáneo, el museo de la paz, etc etc. También te sorprenderá la cantidad de indicaciones a varios museos del sexo, y es que Jeju es destino de lunas de miel donde parece que los oprimidos coreanos se desatan un poco. La cantidad de museos de todo tipo es excesiva porque aquellos que tienen un museo pagan menos impuestos. Nosotros nos decantamos por el museo del te de O’Solluc para poder ver la inmensidad de los campos de té que tienen.

Por la zona de la costa sur puedes emplear la tarde o ya la mañana del día siguiente en las diferentes playas como la de Sagye, Jungmun o Hwasun. Si lo que te llaman son los templos puedes acercarte hasta el templo budista de Sangbangsan Bomulsa y Sanbanggulsa, a pies de la montaña de Sanbangsan y con unas bonitas vistas. Merece la pena acercarse a las cascadas de Cheonjeyeon, al jardín botánico de Yeomiji o a los acantilados basálticos de Jusangjeolli, formados por erupciones pasadas del volcán Hallasan.

Campos de té en el museo O’Solluc
En el templo Bomunsa de Sangbangsan


En medio de la isla está la montaña más grande del país, la ya mencionada Hallasan de 1950m. Se trata de un volcán que erupcionó por última vez en el año 1007. La zona es un disfrute para el que quiera practicar senderismo con diversos senderos de diferentes niveles de dificultad. La segunda ciudad más grande de la isla es Seogwipo y al estar bien localizada en medio de la costa sur de la isla es un buen lugar para hacer base. Además, esta zona destaca por ser la zona con los mejores lugares para practicar buceo. Frente a esta ciudad tienes la isla de Saeseom unida por un puente, lugar idílico para pasear.

Continuando hacia el este se puede hacer una parada en el Jeju Folk Village. Un museo etnográfico de la isla donde explican cómo era la vida antiguamente en la isla y donde encontrarás antiguos utensilios, artesanía, casas típicas e incluso animales. No está mal para aprender un poco de la cultura de la isla.

Subiendo ya hacia el norte, parada obligatoria es Seongsan-ri y Sinyang-ri, dos pueblitos a pies del extinto volcán Seongsan que está casi en medio del mar. Hay varias rutas de senderismo por la zona y una escalinata te lleva hasta lo alto del volcán. Desde la zona se pueden coger barcos a la preciosa isla de Udo y también podrás ver las playas de arena negra de la zona. Hacia el interior tienes el bosque de Bijarim para perderte entre sus miles de árboles de nuez moscada (si quieres huir del calor este es un buen lugar). Pero quizás el lugar más visitado de la isla es la cueva de Manjanggul, que son tubos de lava en los que vas a poder ver formaciones como estalactitas y estalagmitas mientras caminas por los tubos semi iluminados.

Caminando por el tubo de lava en Manjanggul

Como puedes intuir, la isla de Jeju tiene muchos atractivos para incluirla en tu itinerario cuando te plantees viajar a Corea del Sur. En tan solo tres días pues no da para verlo todo, aunque sí para ver las cosas más importantes y llamativas de la isla.

Días 4 y 5. Gyeongju, Haein-sa y Namwon

Se podría decir que Gyeongju es el lugar de Corea con más templos, pagodas, santuarios y palacios. Esto se debe a que esta ciudad fue la capital de la dinastía de Shilla durante unos mil años, incluso fue capital de toda la península durante el SVII llegando a albergar a más de un millón de habitantes. Hoy en día su población está cerca de los 300 mil.

El centro de la ciudad ya tiene lugares para visitar como las tumbas-montículos-de-césped llamadas tumuli (tumuli-gongwon), las tumbas noseo-dong, la pagoda Bunhwang-sa, las ruinas del castillo Banwol-seong, el estanque de Anapji o Cheomseongdae, un observatorio astrológico del siglo VII. Para días de lluvia (como nos ocurrió a nosotros) el Museo Nacional de Gyeongju es una buena opción, allí podrás apreciar el esplendor pasado de esta ciudad a través de sus artefactos de los diferentes monarcas de la dinastía de Shilla.

Al sur de la ciudad se encuentra la montaña de Namsan que merece la pena explorar si el tiempo acompaña. Encontrarás una combinación de naturaleza e historia por la zona, pasando por templos, santuarios y tumbas entre pinos y arroyos. Existen varios autobuses que conectan el centro con la montaña. El lugar más turístico de la zona se encuentra un poco más alejado (a unos 16km) en el parque nacional de Gyeongju: Bulguk-sa. Es un templo patrimonio de la humanidad eregido durante la dinastía Shilla y es un regalo para la vista. Ya no solo por su localización sino por el trabajo en la madera y las pinturas sobre la misma.

Si no dispones de coche puedes llegar hasta aquí con el bus 10 u 11 desde el centro de la ciudad. A unos 3km de distancia colina arriba (que se pueden hacer andando) se encuentra Seokguram. Se trata de una gruta protegida por la UNESCO donde se encuentra un buda Sakyamuni que dicen ser protector del país. Cuando lo visitamos había una niebla bastante espesa que le dio al complejo quizás más misticismo. Un lugar para no perderse si vas de viaje a Corea del Sur.

Subiendo entre la niebla a Seokguram
Bulguk-sa

De camino a Namwon hay que pasar por Daegu, la cuarta ciudad en población del país. Nosotros por falta de tiempo no paramos, pero dicen es una ciudad con ambiente muy joven y llena de estudiantes. Así que imagino que es buen lugar para disfrutar de la noche coreana.

Un imprescindible del país y que debes incluir en tu viaje a Corea del Sur es es el templo de Haein-sa, bastante cerca de Daegu. Patrimonio de la humanidad, es quizás el templo más importante del país y uno de los más bonitos. Su importancia radica en que alberga la Tripitaka Coreana, la colección más completa de textos budistas grabados en más de 80000 tablillas de madera durante 16 años. Las tablillas de madera de abedul (seleccionadas concienzudamente y tratadas con salmuera y sal antes de ser secadas) se alojan en un repositorio bastante sofisticado. Actualmente se encuentran en cuatro edificios diferentes del templo y aunque no se puede acceder a verlas sí se atisban desde las rendijas exteriores.

El templo está en un lugar privilegiado en las montañas, rodeado de verde y agua. Llegar desde la carretera hasta el templo es toda una maravilla. Y si encima no te cruzas con mucha gente, la experiencia es mucho más gratificante. Por la zona tienes también varios senderos si quieres estirar las piernas y por donde te encontrarás diferentes santuarios y construcciones religiosas.

La Tripitaka Coreana entre las rendijas
Edificios del templo de Haein-sa
La localización es inmejorable

Nuestra siguiente parada y base fue la localidad de Namwon. Se trata de una ciudad de unos 80 mil habitantes que no suele estar en los itinerarios turísticos. Quizás no tenga tantos atractivos turísticos como otros lugares pero su cercanía al parque nacional de Jirisan hacen que sea una buena base. Yo la recuerdo como una de las mejores tardes del viaje y sin duda una sorpresa tanto por el precioso jardín de Gwanghanllu-won (que no debes perderte) como por la amabilidad y recomendaciones que recibimos en el alojamiento «Mua Guesthouse». Fue aquí donde probamos la barbacoa coreana que comentaba con Nhoa del podcast Corea la Buena Aparte de esto, es una ciudad bastante relajada para pasear a orillas del río Yocheon. Tiene también un parque de atracciones al otro lado del río.

Gwanghallu-won al atardecer
Barbacoa coreana

Día 6. Jirisan y Suncheon

Jirisan

¿Quieres hacer alguna ruta de senderismo en tu viaje a Corea del Sur? El parque nacional de Jirisan se encuentra muy cerquita de Namwon y ofrece diversas rutas por las montañas. Tiene doce montañas por encima de los 1500m y alberga la segunda montaña más alta del país después de Hallasan, Cheonwang-bong (1915m). El parque tiene tres templos a modo de entradas principales: Daewon-sa, Hwaeom-sa y Ssanggye-sa. El camino tradicional cruza el parque de este a oeste comenzando en Daewon-sa y terminando en Hwaeom-sa, o a la inversa, esta ruta llevaría 3 días en hacerla y es bastante durilla.

Hay senderos para pasar una mañana como el que va de Ssanggye-sa hasta lo cascada de Buril Pokpo, se tarda unas 3h ida y vuelta. Nosotros nos decidimos por hacer otro sendero un poquito más largo hasta lo alto del pico Nogodan (1507m). Eso sí, no empezamos desde el templo sino de un parking que nos ahorraba 7h de caminata. Las vistas desde arriba de la montaña de toda la zona merecen el esfuerzo de la subida, una pena la neblina que impedía ver con total claridad. En Corea del Sur el senderismo está muy extendido y te vas a encontrar a muchas familias y personas mayores practicándolo. Los senderos están bien señalizados y la zona bastante bien conservada. 

 

Bajando el pico Nogodan
Vistas desde Nogodan

Una vez terminada la caminata nos dirigimos hasta el Hwaeom-sa, templo desde donde deberíamos haber comenzado la caminata si no hubiéramos empezado en el «atajo». Yo no sé si porque por primera vez el sol hacía acto de presencia, pero el templo me encantó. Los templos coreanos se parecen mucho entre sí, pero siempre hay algo distintivo que caracteriza a cada uno. En este caso lo más llamativo es el enorme edificio de madera no coloreada: el Hall de Gakhwangjeon, solo superado en tamaño por Geunjeongjeon en Seúl.

Suncheon

Nuestro siguiente punto turístico al que fuimos fue la bahía de Suncheon. Una reserva natural y un gigantesco campo de juncos se abren a ambos lados de los caminos y puentes de madera. Aparte de lo bonito del lugar, resulta curioso ver a los miles de cangrejos entrar y salir de los agujeros de la arena.

Gakhwangjeon Hall en Hwaeom-sa
El campo de juncos en la bahía de Suncheon

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Días 7, 8, 9.  Namhae-do y Busan

Namhae-do

La isla de Namhae, la tercera más grande del país, está unida a la península coreana por dos enormes puentes. Esta zona del sur de la península está llena de islas y pequeñas penínsulas y estoy seguro que bien merece unos cuántos días para explorarla con tranquilidad. Conducir por la isla la verdad que es una maravilla para la vista.

El lugar más turístico de la zona (y con razón) es el templo budista de Bori-am, desconocido incluso para los que han viajado por el país a mi me pareció uno de los lugares más bonitos que he visitado. No ya por el bonito templo, sino por su localización en el parque nacional de Hallyeohaesang. El templo se encuentra en lo alto de una montaña con unas vistas envidiables. Pequeñas y frondosas islas que van salpicando el mar, verdes valles que llegan hasta el océano. Un lugar idílico.

A pies del templo se encuentra la bonita playa de Sangju, de arena fina y aguas tranquilas y poco profundas (en verano esto seguro que se llena de gente).  No muy lejos se encuentra el pueblo pesquero de Mijo. Lugar ideal para parar y degustar el pescado de la zona tanto en su versión cruda como su versión cocinada (tenéis una foto en la entrada de viajes gastronómicos)

No hay malas vistas desde la terraza del templo, ¿eh?
Playa de Sangju

Estoy seguro que la isla de Namhae tiene muchos más rincones por explorar, así que si puedes dedicarle algo más de tiempo o incluso hacer noche aquí yo creo que no te vas a arrepentir. Además que toda la costa sur tiene que tener lugares maravillosos. Como véis es difícil elegir destinos para tu viaje por Corea del Sur.

Busan

Al llegar a Busan comienza un viaje casi diferente, pasando de la espiritualidad y tranquilidad al bullicio de una gran ciudad, concretamente la segunda ciudad más grande del país con casi tres millones y medio de habitantes. Busan es una ciudad costera, rodeada de montañas y con playas bastante interesantes, también tiene termas, mucha vida cultural y una gastronomía envidiable. Por eso no es de extrañar que aparezca en los paquetes turísticos del país.

Resulta complicado establecer la zona turística de la ciudad, ya que los atractivos se encuentran bastante separados unos de otros. Al suroeste tenemos uno de los atractivos de la ciudad Gamcheon Cultural Village. Se trataba de un suburbio en las faldas de una montaña hasta que en 2009 sufrió una transformación espectacular gracias a los estudiantes que decidieron darle un toque artístico. Hoy en día es visitado por miles de turistas debido a sus coloridas calles, sus callejuelas, el arte callejero y el ambiente que se respira. Yo disfruté un montón paseando por la zona y sin duda es de lo que más recuerdo de la ciudad coreana.

Si te ha entrado el hambre y eres fan del pescado no dudes en pasarte por el también cercano mercado de pescado de Jagalchi. En su interior podrás encontrar y comprar todo tipo de pescado que si lo quieres consumir se te servirá en el segundo piso del mismo. También tienes una zona para consumir pescado crudo. Por si el mercado estuviera cerrado en las calles colindantes encontrarás la misma oferta culinaria.

El colorido Gamcheon Cultural Village
Puestecillos en los exteriores de Jagalchi

Si no te va el pescado no sufras, al lado tienes el barrio de Gwangbokdong famoso por los puestos de comida callejera. La mayoría se encuentran en la calle Nampodong, pero los puestecillos se extienden hasta llegar al mercado de Gukje, donde ya podrás encontrar todo tipo de enseres además de comida. Esta zona, es una buena zona para hacer compras y comer.

El mercado de Kkangtong (o Bupyeong) también se encuentra cerca y tiene fama por los artículos de importación, una zona de este mercado también abre por las noches. Un poco más al norte tienes la calle Bosu de los vendedores de libros. Si estás cansado de tiendecillas, comida y gente puedes acercarte al parque Yongdusan. También en el mismo concurrido barrio pero con espacios verdes y la icónica torre de Busan de 118m. 

Paseando por Nampodong
La torre de Busan en Yongdusan

De las siete playas que tiene Busan la más famosa de la ciudad y de todo el país es la playa de Haeundae, 2km de arena en una zona privilegiada. A un lado el parque Dongbaek y al otro grandes edificios como el rascacielos «Busan X The Sky» de más de 400m de altura que ofrece unas vistas espectaculares. Un poco más hacia el este se encuentra el bonito templo de Haedong Yonggungsa.En la península de Songdo, si el tiempo acompaña, podrás hacer varias actividades como montar en un teleférico con suelo transparente, que va por encima del mar y con vistas geniales de la ciudad. Si no te van las alturas hay varios senderos por la península y la playa de Songdo. También hay un puente colgante y varios caminos
que van literalmente por encima del mar.

Por la noche sin duda un lugar a visitar es la playa de Gwangalli. Con mucho ambiente de jóvenes, infinidad de locales de ocio y hostelería y las luces de los edificios de la zona y del puente de Gwangan que cruza sobre el mar. Una zona donde se encuentran muchos alojamientos turísticos es la zona de Seomyeon. Es una zona a medias entre Haeundae y Songdo por lo que no sería mala base además que su metro conecta con ambas zonas. Más alicientes de esta zona son el mercado tradicional de Bujeon, un centro comercial subterráneo y la Seomyeon First Street donde encontrarás infinidad de restaurantes y puestecillos de comida. Así que bien vale una visita.

Teleférico en Songdo
La animada playa de Gwangalli

Si tienes tiempo de sobra y aún te sobran ganas para más naturaleza y templos sin duda debes incluir en tu viaje a Corea del Sur la zona de Geumjeong-gu donde puedes encontrar varios senderos para caminar por la montaña, los templos de Beomeo y Seokbul y las ruinas del castillo de Geumjeong.

Días 10-12. Seúl

La puerta de entrada y salida al país y capital del mismo, Seúl, tendrá sus detractores y sus seguidores como toda gran ciudad, pero nadie puede negar que en ella vas a encontrar de todo o casi de todo y que no debe faltar en tu viaje a Corea del Sur. Seúl es una ciudad en la que tienes antiguos templos, barrios tradicionales, mercados y artesanía local, grandes parques y jardines, todo ello en contraste con grandes rascacielos, zonas financieras y barrios hipster, y si esto lo unimos a la cultura y gastronomía local pues puede decirse que Seúl es como una Corea en pequeñito, a la que solo le faltaría un poco de playa. Podría escribir una entrada única de Seúl (y si algún día saco tiempo y ganas lo haré) pero de momento os voy a comentar lo más característico que vi por allí.

La ciudad de Seúl se encuentra dividida por el río Han (que si tienes tiempo hay zonas del río que para recorrerlas en bicicleta están muy bien) y muchos de los atractivos turísticos se encuentran al norte del mismo, por lo que igual es la zona más aconsejable para buscar alojamiento. Concretamente nosotros nos alojamos cerca de la parada de metro Myeongdong. Aun así hay zonas muy interesantes al sur del río. El transporte público funciona de maravilla y el metro conecta muy bien las diferentes partes de la cuidad.

Uno de los atractivos principales de Seúl es el palacio de la brillante felicidad, el Gyeongbokgung. Se trata del palacio real donde se alojaban los reyes de la dinastía Joseon. Se encuentra en un gigantesco parque donde vas a encontrar más palacios, edificios históricos convertidos en museos y pequeños lagos. Al oeste de este gran parque está el mercado tradicional de Tongin que comentamos en el episodio del podcast de viajes gastronómicos. No muy lejos se encuentra otro de los lugares que me gustaron mucho de la ciudad: el poblado Hanok de Bukchon.  En este barrio de casitas tradicionales coreanas llamadas hanok (hay más de 900), te cruzarás con muchos turistas, pero si callejeas y te pierdes también disfrutarás de lugares más tranquilos.

Museo Nacional del Folklore cerca del palacio Gyeongbokgung
Bukchon Hanok Village

La zona del ayuntamiento y el precioso templo de Deoksugung es otro lugar que no debes perderte. Justo en frente del ayuntamiento hay una explanada ajardinada y al otro lado el templo. Por la noche es una maravilla pasear junto a las murallas iluminadas del mismo. No muy lejos está Cheonggyecheon, antiguamente una carretera de varios carriles y actualmente reconvertida a una zona peatonal junto a un arroyo por la que da gusto pasear (sobre todo por las tardes o las noches cuando no aprieta el sol).

El camino recorre casi 11km por lo que no te vas a aburrir si quieres caminar y acaba al este cerca del mercado de la carne de Majang. Y hablando de mercados uno que no debes perderte casi a orillas de Cheonggyecheon es el mercado de Gwangjan. Repleto de puestecillos de comida coreana es el lugar perfecto para saborear la comida callejera entre tragos de soju.  

Cheonggyecheon
Mercado de Gwangjang

Uno de los lugares que más me gustó visitar de noche fue la zona del DDP (Dongdaedum Design Plaza). Diseñada por la famosa arquitecta Zaha Hadid se trata de una plaza neofuturista que engloba museos tiendas y parques. Hay una zona ajardinada con hamacas públicas para descansar que me pareció una genial idea. Si vas hacia el norte desde esta plaza vas a encontrarte con una de las antiguas puertas amuralladas de la ciudad Heunginjimun y el museo de las murallas de la ciudad.

Si vas en busca de mercados nocturnos la zona de Myeongdong es el centro neurálgico del turista en busca de tiendas y puestecillos de comida. Otro mercado de la zona, en este caso diurno, es el Namdaemum. Como te habrás podido percatar Seúl es una ciudad llena de mercados y visitarlos es toda una atracción turística. Quizás el que más turistas atrae sea el mercado mayorista de pescado de Noryangjin. Renovado recientemente ahora luce como un centro comercial del pescado donde vas a poder comprar y desgustar todo tipo de pescado y marisco. Está abierto 24h y hay subastas tanto de pescado como de mariscos a las 3am y 1am respectivamente (consulta horarios por internet cuando vayas). Sin duda un «must» en tu viaje por Corea del Sur.

La neofuturista DDP
Por las calles del mercado Namdaemum

En la zona norte se encuentra también la icónica torre de Seúl en lo alto de la montaña de Namsan con unas vistas panorámicas de la ciudad. Puedes acceder a ella mediante teleférico o a pata a través del parque. El parque es muy grande y está atravesado por varios senderos que conectan museos, observatorios, restos de la muralla y otros lugares de interés. También a pies de la montaña tenemos otro poblado Hanok, el Namsangol. El barrio de Itaewon es el barrio internacional de Seúl y allí encontrarás todos los garitos occidentales que no existen en el resto de la ciudad. Barrio donde viven muchos extranjeros además militares estadounidenses. Y es que al lado nos encontramos con una enorme base militar de EEUU, USAG Yongsan.

Si no has tenido suficiente con la presencia militar en los alrededores puedes acercarte hasta el memorial de la guerra de Corea donde vas a ver todo tipo de material bélico como tanques, cohetes y avionetas. Y si no te va lo bélico mi consejo es que te acerques hasta el «valle de la cerveza artesana» en Noksapyeong donde verás varios locales de este tipo de bebida. Buen sitio para repostar en tu viaje a Corea del Sur.

 

Memorial de la Guerra de Corea

De los barrios al sur del Han no te puedes perder el famoso barrio de Gangnam (sí, el de Gangnam Style). Barrio financiero, de rentas altas y con una zona de entretenimiento frecuentada por la juventud coreana. Más hacia el este encontramos las tumbas reales de Seolleung and Jeongneung, patrimonio de la UNESCO se trata de un parque con las tumbas de un rey y una reina de la dinastía Joseon así como de su hijo que también fue rey. El parque ajardinado y con árboles es un paseo agradable y la zona de las tumbas es bastante solemne, así como los bonitos santuarios.

Al este del parque se encuentra el Bongeun-sa, un templo budista fundado en el año 794 (varias veces renovado desde entonces). Si no te dan miedo las alturas y te gustan las ciudades a vista de pájaro sin duda tienes que subir al mirador de la Lotte World Tower. Es el sexto edificio más alto del mundo con sus 555.7m de altura, tiene el mirador de suelo de cristal a más altura del mundo (478m). La verdad que las vistas desde arriba merecen mucho la pena, ya que te haces una mejor idea de la inmensidad de la ciudad.

Al lado se encuentra el parque temático Lotte World y un acuario. No muy lejos puedes acercarte hasta el bonito parque olímpico de Seúl, ideal para caminar por el lugar que albergara los juegos olímpicos en 1988 ahora con esculturas y museos además de los estadios. Y hacia el sur está el mercado de Garak, otro mercado de pescado donde podrás comprar y ver subastas.

Ajetreo juvenil en Gangnam
Vistas del norte de Seúl desde la Lotte Tower (a la izqda la Torre de Seúl sobre Namsan)

Creo que ha quedado claro el porqué de dedicarle al menos 3 días a esta enorme ciudad. Estoy seguro que me dejo varias cosas interesantes, pero como aperitivo para que te pique el gusanillo para visitar la ciudad yo creo que suficiente.

Resumen viaje 12 días por Corea del Sur

El itinerario por días quedaría tal que así:

Días 1-3: Isla de Jeju

Días 4-5:Gyeongju, Haein-sa y Namwon

Día 6: Jirisan y Suncheon

Días 7-9: Namhae-do y Busan

Días 10-12: Seúl

Este fue nuestro itinerario y seguro que es mejorable, pero espero que al menos te sirva como punto de partida para preparar tu viaje por Corea del Sur. Y si lo quieres copiar pues para eso está y si me lo cuentas luego en los comentarios pues mejor que mejor. Para cualquier duda o pregunta que os surja podéis escribir un comentario o contactar por redes o la página de contacto. Si te ha gustado y ayudado lo que has leído y quieres invitarme a un cafecito lo puedes hacer pinchando aquí.

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