
Pan in Japan: Shinkansen, Ramen to Onsen. Día 14: Gora y Hakone
A los pies del Fuji-San
Llevo ya dos semanas por tierras niponas y estoy a punto de terminar mi viaje, pero no podía irme sin acercarme a ver al monte Fuji. Existen varios puntos donde ver al famoso e icónico monte desde algo más cerca (desde Tokio se ve) pero quizás la más turística de todas sea por la que yo opté. En esta entrada te voy a contar qué ver en Gora y Hakone más allá del monte Fuji y por qué es una de las zonas más turísticas. En la parte final de la entrada anterior te comento sobre el Hakone Pass y el transporte hasta esta zona. Si quieres info del Hakone Open Air Museum lo tienes en la siguiente entrada.
A lo alto de Gora: Jigokudani
La jornada empezaba temprano y mi desayuno, como no podía ser de otra manera, lo proporcionó el combini de camino a la estación de Gora Sounzan. Pese a que la noche anterior las webs meteorológicas decían que el sol iba a brillar y todo iba a estar despejado, la realidad fue que se veía muchas nubes allende las montañas.
Cogí el funicular hasta la parte alta de Gora y allí pasé hacia el teleférico. Debido a las inclemencias del tiempo, no solo nubes sino también viento, la parada de Ōwakudani estaba cerrada. Una pena ya que esa zona es la llamada Jigokudani o valle del infierno.
Jigokudani es una zona volcánica activa en la que puedes probar a comer los huevos negros o Kuro-Tamago, que no son sino huevos de gallina cocidos en las aguas termales de la zona que por su contenido en azufre y hierro adquieren esa tonalidad negruzca. Pese a no poder parar, el viaje en teleférico fue toda una experiencia.
Para empezar iba solo en la cabina ya que nadie más se montó, lo que puede ser bueno para poder moverte por la misma y hacer fotos a tu antojo. Pero cuando vas cogiendo altura y el viento empieza a soplar, lo de estar solo igual ya no te parece tan buena idea. Así que en vez de moverme por la cabina a estar tranquilito y mirar sentadito al exterior. El sol no se veía por ningún lado y mucho menos el monte Fuji. La última parada es la de Togendai a pies del lago Ashi.
Lago Ashi
Pese a que uno de los barcos hortera iba a zarpar pronto hasta la otra punta del lago, decidí dar un paseo por la zona ya que yo confiaba en lo meteorólogos y en que el sol brillaría en un par de horas a lo sumo.
La zona tiene varios senderos para seguir yo cogí un sendero por el lado este del lago. El paseo fue bastante bonito, entre un bosque y con el lago a mi derecha. Además fue uno de esos momentos de paz, esos que sientes al estar solo paseando entre la naturaleza. Los japoneses lo llaman shinrin-yoku, que literalmente significa baño de bosque.
Se ha puesto de moda últimamente como si fuera una técnica novedosa de relajación, supongo que el ajetreo en las grandes urbes del salaryman medio le habrá hecho perder la perspectiva, pero vamos que pasear por la naturaleza y el bosque para relajarse y desconectar es algo que es de todo menos novedoso.
En los 45 minutos que duró mi paseo de ida me crucé con una persona que estaba haciendo el sendero en camino contrario, en los 45 de vuelta me crucé a una pareja al principio del mismo. Tras experimentar el shinrin-yoku sin saberlo y al ver que el cielo se iba despejando, una sonrisa me invadió. Gracias al Hakone pass podría volver a coger el teleférico las veces que quisiera y no perder así mi oportunidad de ver el Fuji-san desde las alturas.
Viendo el Fuji desde las alturas
Volví a la estación de Togendai para coger el teleférico, aproximadamente mediodía, la mayoría de la gente bajaba y muy pocos subían. De nuevo yo solo en la cabina de subida pegado a la izquierda y como un niño pequeño que está abriendo sus regalos de cumpleaños yo esperaba ver esa imagen del mítico monte japonés.
Poco a poco el teleférico fue cogiendo altura y de repente su cima blanqueada por la nieve hizo aparición. Allí estaba Fuji-san arrancándome no solo una sonrisa sino un gritito de alegría (podéis echar un ojo a las stories de mi insta).
Que ya ves tú, que si lo piensas bien es solo un monte que se ve detrás de unas montañas, pero el simbolismo que tiene, la cercanía al mismo y la ilusión que me hizo es difícil de explicar. Una sensación de alegría e ilusión similar que ahora mismo me viene a la cabeza fue al salir de una jaima en pleno desierto del Sahara, mirar al cielo y ver tal cantidad de estrellas que pareciera que estaba en otro planeta.
En fin, que no sé si cuando vuelva a Japón volveré a experimentar lo mismo cuando vea al monte Fuji de cerca, pero estoy seguro que ese momento en el teleférico volverá a pasar por mi mente como lo está haciendo ahora.
Me bajé en la estación intermedia de Ubako para poder echar una foto decente. En esta estación también se encuentra un onsen y la salida de muchas rutillas de senderismo. Yo dí un paseo y me cogí otro teleférico a Togendai.
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Cruzando el lago Ashi
En Togendai pronto saldría uno de los barcos piratas horteras hasta Hakonemachi al otro lado del lago, con el Hakone Pass un viaje en este barco también estaba incluido. Quitando la decoración pirata que sinceramente no entiendo (cosas de Japón) el viaje es apacible y bonito, ya que te permite ver toda la zona del lago desde el centro del mismo. En algunos momentos también se puede apreciar el monte Fuji.
Una vez en tierra me dirigí a dar un paseo por el cercano parque Onshi-Hakone desde el cual hay un par de miradores muy chulos para ver el lago y Fuji-san al fondo. El parque es bastante bonito y a la hora que pasaba yo por ahí no había casi gente así que lo pude disfrutar.
Mato Hakone: Jinjya Heiwa-no-Torii
De allí y dando un paseo se puede llegar hasta Mato Hakone. Allí hice parada técnica en el combini de turno para comer antes de patear un poco la zona. Hay varias rutillas para hacer por la zona, pero tampoco pensaba estar mucho por allí que ya llevaba buena pateada.
Al final me acerqué al santuario de Hakone y a la fotogénica Hakone Jinjya Heiwa-no-Torii un tori sobre el lago en frente del santuario. Está cerca del pueblo y eso se nota por la cantidad de turistas en el camino. Mi sorpresa fue al ver una larga cola de turistas para poder echarse una foto en la puerta con el lago de fondo.
Que yo entiendo que es un lugar fotogénico y demás, pero ya la mera espera (calculo unos 30min) creo le quita todo a la futura foto. Al menos así es como yo lo ví. Bordeé la cola y rápido con el móvil durante el cambio de persona pude echar una foto. Yo no estaría en medio de ella, pero el recuerdo con foto o sin ella por suerte no está solo en la cámara.
Hora de un Rotenburo
Había echado un ojo a los horarios de autobús y pronto pasaría uno hacia Gora, pero no pararía en la última parada sino un poco antes en Kowaki-en Mori No Yu. Un complejo (yo creo que hotelero) con un parque acuático y lo más importante: un rotenburo, un onsen al aire libre. Y para allí que me fui y la verdad que fue una gozada.
El lugar es bastante de lujo, pero el rotenburo barato no era pero tampoco era excesivamente caro para lo que ofrecían las instalaciones. Me costó 1500 yenes (unos 12€ al cambio) si mal no recuerdo. Lo bueno es que no había apenas gente y pude disfrutar de las varias piscinas termales del exterior, así como de algunas bañeras llenas de flores y/o frutas. La relajación y la desconexión fue total.
Cena en Gora
Mediante otro bus pude llegar al albergue de nuevo. Esta vez no había reservado la cena irori y después de descansar un rato aproveché para probar un restaurante de la zona: Futaba. El restaurante era un local pequeño con una barra alrededor del mismo en el que una señora mayor me atendió entregándome un menú medio traducido al inglés.
Me pedí un menú tempura de calamar que estuvo bastante rico, ayudado por una botellita de sake caliente. Fue de esos momentos simples que acabas disfrutando sin saber por qué. Quizás porque fuera acogedor, por la estampa tan rural o porque ya se me estaba acabando el viaje. O quizás por todas ellas.
Mapa del Viaje (Itinerario, restaurantes, alojamientos, pubs, lugares de interés)
En este mapa podrás encontrar todos los lugares de los que hablo y localizarlos en el mapa. Para disfrutar en su totalidad recomiendo abrirlo en página completa donde podrás elegir las capas que quieras y
así te será más fácil navegar por él.
Itinerario
Pinchando en ellos accederás al capítulo correspondiente del diario de viaje.
- Introducción y Prólogo
- Día 1. Tokyo
- Día 2. Tokyo
- Día 3. Tokyo
- Día 4. Tokyo-Kanazawa
- Día 5. Kanazawa-Kurobe-Kanazawa
- Día 6. Kanazawa-Kyoto
- Día 7. Kyoto-Miyajima-Hiroshima-Fukuoka
- Día 8. Fukuoka
- Día 9. Fukuoka-Osaka
- Día 10. Osaka-Nara-Kyoto
- Día 11. Kyoto
- Día 12. Kyoto
- Día 13. Kyoto-Gora
- Día 14. Gora-Hakone-Gora
- Día 15. Gora-Tokyo
- Día 16. Tokyo
- Dia 17. Tokyo-París-Dublín

