A las 8:50 teníamos que estar en el
hotel Dnipro y teníamos una caminata de unos 20 minutillos que ya habíamos
calculado el día anterior. Nos levantamos con tiempo para asearnos y desayunar
antes de emprender el camino. Yuri, nuestro contacto de la agencia (ya que la
visita a Chernobyl solo puede hacerse por agencia), nos había dado todo tipo de
indicaciones vía mail, así como varios teléfonos por si acaso. Frente al
mencionado hotel debería estar la furgoneta perfectamente descrita por Yuri,
tanto matrícula como modelo y color. Allí no estaba. Lo que sí observamos fue a
una pareja de guiris que pudieran estar en nuestro viajecillo, empezaron a
conversar dándonos cuenta de que sí, estaban ahí esperando la misma furgoneta
que nosotros. Antes de que llegara el vehículo apareció el hombre del frac,
apodado así ya que llegó bien peripuesto, con un listado en la mano, comprobando pasaportes
y recogiendo el dinero que teníamos que dar en mano y en moneda ucraniana. La
pareja de guiris resultaron ser unos suecos que vivían en Grotland. Al poco
tiempo y con retraso apareció otra pareja que nos acompañaría en el viaje,
tarde y sin haberse leído las recomendaciones de Yuri, nos hicieron perder algo
más de tiempo. La furgoneta ya estaba allí, pero estos nuevos compañeros de
visita no tenían dinero en moneda ucraniana y para más inri venían en pantalón
corto y manga corta, lo cual estaba prohibido debido a la radiación. Sacaron el
dinero de un cajero y finalmente decidieron pasar por su hotel a por ropa, por
suerte pillaba de camino y pese al pequeño atasco que encontramos no tardaron
mucho en coger sus prendas largas. Esta
pareja tan extraña eran un inglés y una estonia, pero ambos vivían en Tallin.
Luis y yo en la furgo
El viaje fue amenizado por las
conversaciones de las dos parejas, el inglés no paró de rajar en todo el
trayecto, se contaron sus vidas, nos obligaron a contarles las nuestras y aún
así quedó tiempo para contar anécdotas y otras cosas. La primera parada fue una
gasolinera para llenar combustible, comprar víveres e ir al baño. La siguiente
parada ya fue en la barrera de la zona de exclusión externa. Allí bajamos del
vehículo, había más gente como nosotros esperando a su guía, aprovechamos para echar
unas fotos a los carteles. Pronto apareció Maxim, un ucraniano muy
dicharachero. Comprobó nuestros pasaportes y nos comentó alguna cosilla sobre
la visita, entregamos los pasaportes y unos papeles a la garita, abrieron la
barrera y entramos en zona con riesgo de radiación. En toda la zona de
exclusión viven aún 113 personas, aunque trabajadores hay muchos más, tanto en
la central como de seguridad. A pocos kilómetros entraríamos en la ciudad de
Chernobyl.
Danger
Control zona exclusión externa
Tras fotografiar el cartel de la
entrada nos paramos en un museo un poco paranoia y muy pequeño, allí nos
pusieron un video de cómo están fabricando el nuevo armazón para el reactor que
explotó y como iba a realizarse su colocación. Después vimos un mini video de
la ciudad de Prypyat, ciudad que iba a ser un hito en la antigua URSS y que
actualmente está totalmente abandonada. El siguiente punto que visitamos fue el
monumento a los bomberos, que dieron sus vidas junto a otros miles de
voluntarios para que aquello no se propagara aún más. La polémica está servida
entre los que piensan que fueron obligados a ir y los que creen que fueron a
sabiendas. Obligados o no, creo que es preferible morir de un tiro que de altas
dosis de radiación. La gente que trabajó para extinguir el incendio y restablecer
el orden en todo el perímetro, para mí, merecen más que mi respeto. Sigue
existiendo una central de bomberos y torres de observación por todo el
perímetro, un incendio podría resultar catastrófico, la radiación interna de
las plantas y árboles sería liberada a la atmósfera, donde el viento la
expandiría a su parecer.
A las puertas de Chernobyl
Museo Chernobyl
Museo Chernobyl
Museo Chernobyl
Monumento a los bomberos
Nos montamos de nuevo en la
furgoneta y pusimos rumbo a la zona de exclusión interna, otra barrera nos
esperaba, comprobación de papeles y a chupar más radiación. Por el camino nos
sorprendió ver a una familia de jabalíes salvajes que estaban a menos de 2m de
la carretera. Por lo que parece, la vida animal está de nuevo volviendo a la
zona, gracias a la inmensidad de vida vegetal que ha colonizado todo. Nuestra
primera parada fue a las puertas de una antigua guardería. Había que cruzar
bastante maleza para llegar hasta el edificio, el cual estaba totalmente
destrozado y por sus habitaciones podrías hacerte de la vida que aquella
explosión y la radiación se llevó por delante. Habitaciones con muñecos y
diversos juguetes, servicios perdidos en el tiempo, libros y papeles por el
suelo y una atmósfera de polvo y tristeza que lo impregnaba todo. Bastante
impactante.
Buscando la guardería
La entrada
Guardería abandonada
Guardería abandonada
Guardería abandonada
Guardería abandonada
Guardería abandonada
Nuestra siguiente visita ya era la
ciudad abandonada de Prypyat, regurgitada por la naturaleza cual ruina maya;
hierbajos y árboles se entremezclan con muros de hormigón de antiguos bloques
soviéticos. Cruzando entre la vegetación entramos a un edificio abandonado, en
su día era un recinto deportivo. Ver una cancha de baloncesto medio derruida y
llena de cristales por el suelo rodeada de los armazones semi-oxidados de las
ventanas, impresiona bastante. Pero no tanto como la piscina olímpica que había
unos metros más adelante, sin agua, repleta de suciedad y cristales y como si
alguien lo hubiera puesto queriendo, un reloj. A través de los huecos donde
antiguamente se encontraban las ventanas, solo se observaban árboles, de los
vestuarios solo quedaban ruinas y pese al verde exterior, la vida que asociamos
nosotros, el trasiego de gente, las risas y gritos de los niños, se había
esfumado dejando restos de su ausencia.
Interesante, pero escribes con demasiados detalles prolijos: "Nos levantamos con tiempo para asearnos y desayunar antes de emprender el camino". Se supone y no añade nada al relato. Cansa y uno se salta párrafos para ir a lo esencial.
También te recomendaría seleccionases tus fotos. No pongas tantas y sobre todo las que están tas oscuras que no se ve nada.
Gracias y saludos
Muchas gracias por el comentario.
Sobre la escritura comentarte que cada uno tiene su manera de escribir, con este diario no solo pretendo dar información sobre el lugar sino de darle un toque más personal a la lectura.
Sobre las fotos, cierto es que alguna se ve peor que las demás y la inclusión ha sido por dar un aire más oscuro (como el lugar). Lo de incluir más o menos de nuevo es licencia mía, a mi me gusta que haya muchas fotos como a otras personas puede gustarle lo contrario.
De todas maneras agradezco mucho que te pases por aquí y leas este diario de viaje, ya que veo en tu perfil que eres escritor y fotógrafo de viajes y seguro que tienes más tablas en esto que yo. Yo no pretendo ganarme la vida con esto ni nada por el estilo, simplemente como dice mi blog: "Liberando palabras que buscan su protagonismo".
Un saludo y espero no cansarte mucho con mis post.
2 Comments
poegea
Interesante, pero escribes con demasiados detalles prolijos: "Nos levantamos con tiempo para asearnos y desayunar antes de emprender el camino". Se supone y no añade nada al relato. Cansa y uno se salta párrafos para ir a lo esencial.
También te recomendaría seleccionases tus fotos. No pongas tantas y sobre todo las que están tas oscuras que no se ve nada.
Gracias y saludos
Pando_DePuntaAPunta
Muchas gracias por el comentario.
Sobre la escritura comentarte que cada uno tiene su manera de escribir, con este diario no solo pretendo dar información sobre el lugar sino de darle un toque más personal a la lectura.
Sobre las fotos, cierto es que alguna se ve peor que las demás y la inclusión ha sido por dar un aire más oscuro (como el lugar). Lo de incluir más o menos de nuevo es licencia mía, a mi me gusta que haya muchas fotos como a otras personas puede gustarle lo contrario.
De todas maneras agradezco mucho que te pases por aquí y leas este diario de viaje, ya que veo en tu perfil que eres escritor y fotógrafo de viajes y seguro que tienes más tablas en esto que yo. Yo no pretendo ganarme la vida con esto ni nada por el estilo, simplemente como dice mi blog: "Liberando palabras que buscan su protagonismo".
Un saludo y espero no cansarte mucho con mis post.