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Retales de la Antigua URSS. 10: Visita al desastre de Chernobyl (Parte II)

Si en la anterior entrada te contaba nuestras primeras horas y cómo llegamos a la zona donde tuvo el desastre de Chernóbil. En esta entrada continúa contándote el tour por Chernóbil con la visita a la ciudad abandonada de Prypyat y a la zona más cercana al reactor que explotó.      

Colegio de Prypyat

Antes de volvernos a meter en la furgoneta anduvimos unos metros entre la maleza hasta llegar a observar un edificio. Era un colegio abandonado. Un pasillo enorme con la ventanas reventadas daba paso a la cantina del colegio, en ella aún se podían apreciar objetos tales como una caja registradora, mesas, banquetas, máscaras de gas (eran obligatorias en todos los colegios) y un largo etcétera, todo cubierto de polvo y recuerdos.

Colegio Prypyat
Colegio Prypyat
Colegio Prypyat

Trasteamos por el edificio entrando en lo que fueron diferentes clases: mapas desgarrados, un esqueleto humano (de la clase de ciencias) repartido por el suelo, libros y apuntes. Pasamos un buen rato dentro, observando cómo se había detenido el tiempo en Abril de 1986.

Colegio Prypyat
Colegio Prypyat
Colegio Prypyat
Colegio Prypyat

Hot Spot

Al salir de allí, con la furgoneta nos acercamos a un“hot spot”o punto caliente, un lugar donde la radiación es muy alta. Se trataba del gancho abandonado de una grúa que se utilizó para el transporte de las piezas del armazón de emergencia sobre el reactor que explotó. Maxim cogió su medidor de radiación y lo acercó al gancho, la máquina empezó a pitar sin descanso y la pantalla marcaba 2,185 mSv/h (mili Siviert por hora), radiación similar a la encontrada en las zonas marcadas como alta radiactividad en las centrales nucleares, separadas del resto y a las que se accede bajo condiciones especiales.

Hot spot

Los trabajadores en la centrales nucleares suelen tener un límite de 50 mSv en un año y un máximo de 100 mSv en 5 años. Con una dosis de 1000 mSv an un año se provoca una enfermedad grave, con 5000 mSv en un año se producirá la muerte en un mes. Este gancho tiene ¡2000 mSv a la hora!

Parque de atracciones de Prypyat

Después de este chute de radiación nos acercamos a las imágenes más reconocibles de toda la zona, un mini parque de atracciones abandonado. Digo mini porque el parque tenía una noria, unos autos de choque y dos pequeñas atracciones más. Jamás se llegó a abrir este parque, su apertura estaba proyectada para el 1 de Mayo de 1986, el 26 de Abril de ese mismo año fue cuando ocurrió el desastre.

Las atracciones solo llegaron a moverse con las pruebas de los técnicos que las estaban construyendo, ningún niño pudo disfrutar de aquellas instalaciones. Cerca de la zona se encontraban un hotel abandonado y un supermercado. La verdad que todo aquello fue bastante impresionante y te hace reflexionar muy seriamente.

Edificio comunista abandonado
Parque atracciones Prypyat
Parque atracciones Prypyat
Parque atracciones Prypyat
Hotel Prypyat
Supermercado
Araña Radiactiva (estuvimos tentados de convertirnos en spiderman)

En este videoclip de Alyosha, una cantante ucraniana que fue a eurovisión, podéis observar todos estos sitios.

Comiendo en Chernóbil

Llegábamos tarde a la comida así que apuramos la visita a esos edificios y volvimos a la furgoneta, empezó a llover, por suerte ya habíamos visitado casi todo. Llegamos hasta la cafetería situada en medio de la nada, es el lugar donde los trabajadores comen. Nos aseguraron que la comida viene todos los días de fuera de la zona de exclusión y si no, pues más radiación para el cuerpo.

La cafetería era bastante grande, con una zona de baños abajo, varias máquinas para medir la radiación y arriba un buffet. Nos hincharon a comida, unos cuantos platos que rebosaban en las bandejas. Además éramos los últimos y la cafetería ya debería estar cerrada, así que nos dimos prisa en engullir para no demorar demasiado el cierre de la misma. La comida estaba buena y entraba en la visita, no nos sentó mal a ninguno.

Poniéndonos hasta las cartolas

Los siluros de la central

Afuera seguía lloviendo, pero con algo menos de intensidad que al entrar a comer. Nos montamos de nuevo en la furgoneta y cada cierto tiempo nuestro medidor Sievert pitaba un segundo o dos, por lo que Maxim decidió apagarlo ya que le molestaba, muy profesional todo. Fuimos hasta la central nuclear y la primera parada fue al lado del río que se utilizaba como refrigerante de la central.

Lo más interesante de aquella zona son los peces gato (o siluros) gigantes que hay en el río, les tiramos unos cachos de pan y la verdad que daban miedo como salían a zamparlos cual tiburones. Maxim nos contó que un día vio a uno zamparse una paloma, nos contó la estrategia del pez y en principio no lo creímos, pero tras estar un rato allí se nos hizo más comprensible. Luego buscamos por internet y es algo que no es tan raro, hasta en el Ebro se ha visto y para muestra un botón:

Siluro o pez gato en acción

 

El reactor y su armazón

De allí nos llevaron hasta la zona visitable más cercana al reactor que estalló, desde donde pudimos observar el precario armazón que lo rodea. Cerca también se veía el nuevo armazón en construcción, que ya daba una mejor impresión. El lugar estaba vigilado por cámaras que vigilaban que nadie se acercara más de lo debido. Pronto vimos salir a un montón de gente de la central, la parada de autobús estaba cercana y allí se quedaron todos.

Alejándonos del lugar vimos un 5º reactor que jamás llegó a utilizarse, estaba al 80% de su construcción cuando todo se fue a la mierda. Tocaba volver y salir de todo aquel complejo, pero antes de eso paramos a echar un par de fotos.

Precario armazón sobre el reactor que explosionó
Al fondo la central nuclear de Chernobyl

¿Seremos radiactivos?

Cuando pasamos la primera barrera tuvimos que bajar y pasar por unos detectores de radiación de cuerpo entero, eran del año de la polka y no sé yo si funcionarían bien, pero ninguno dimos positivo. Continuamos el trayecto hasta la segunda barrera y a repetir la jugada, de nuevo ninguno dimos positivo. Llegó el momento de despedirse de Maxim y de meternos en la furgoneta para volver hasta la capital ucraniana.

Vuelta a Kiev

Tardamos unas 2h en llegar hasta Kiev, el camino de vuelta fue algo más tranquilo que el de ida, y sí que dormitamos un poco. Gracias a la liada de los estonios, la furgo paró en su hotel y nos pudimos bajar allí, ya que estábamos a escasos 5min de nuestro albergue. Por el camino entré a una farmacia a intentar pedir algo para los mocos que tenía en la garganta y que me estaban dando las noches, aunque no tuvieran ni puta idea de inglés, les dije el principio activo que buscaba y no tardaron en dármelo, bendita química y lenguaje internacional.

Era un buen momento para tomarse unas cervezas en el hostel, así que no dudamos en sentarnos en la cafetería y pedir dos buenas cervezacas. Al rato apareció un chico canadiense con el que estuvimos hablando bastante tiempo. Finalmente fue requerido por una de las dream girl, ya que se había apuntado a un tour de baretos por Kiev. Nos preguntaron si nos apuntábamos, pero nosotros no habíamos cenado aún así que ni nos lo planteamos.

Cerveceando en el albergue

Después de observar a la fauna del lugar regando el tiempo con cerveza, nos empezó a entrar el hambre, así que decidimos bajar a la cocina. Nos sobraban huevos y salchichas. Esta vez elegí una sartén que parecía mejor que la del día anterior, meras ilusiones. Las salchichas se empezaron a pegar y cada vez salía más  humo de la sartén, tanto fue así que la cocina parecía el puente de Carlos a las 7:30 am.

Saltó la alarma de incendios, alarmadas y estresadas bajaron las dream girls, yo les puse cara de ya está, ya he sacado las salchichas de la sartén y Luis fue el que habló algo con ellas. No creo que se les olvidaran nuestras caras. Cenamos tranquilos y subimos a dormir, pero allí nos encontramos con un personaje de Argentina que no paraba de hablar. Me pude escaquear gracias al viber, cuando terminé de hablar el chico se había ido al baño, con lo que aproveché para enfundarme el pijama y apoltronarme en la litera, así ya no sufriría más chapa.

Siguiente capítulo: Apurando Kiev

Entradas del diario de viaje

  1. Prólogo: desde Rumanía a Ucrania
  2. Pateando Bucarest
  3. Descubriendo Chisinau
  4. Transnistria: un país inexistente
  5. La llegada a Ucrania
  6. Sobreviviendo sin ruso
  7. Descubriendo Kiev I
  8. Descubriendo Kiev II
  9. Visita al desastre de Chernobyl I
  10. Visita al desastre de Chernobyl II
  11. Apurando Kiev
  12. Lviv
  13. Volviendo a casa

Itinerario

  • Día 0. Madrid – Bucarest
  • Día 1. Bucarest (Rumanía)
  • Día 2. Chisinau (Moldavia)
  • Día 3. Tiraspol (Transnistria) – Odessa (Ucrania)
  • Día 4. Odessa
  • Días 5-7. Kiev (con incursión a Chernobyl)
  • Día 8. Lviv
  • Día 9. Rzeszow (Polonia) – Girona

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